Cementerio de Chacarita
Entre leyendas, celebridades, picnic y un final inesperado…
El sábado pasado nos animamos a explorar uno de los lugares más icónicos (y misteriosos) de Buenos Aires: el Cementerio de Chacarita, el más grande de la ciudad. Llegamos listas para aprender, caminar y, claro, pasarla bien. Pero además de recorrer historias increíbles, el día nos regaló momentos tan insólitos como inolvidables.
Sobrevivimos al sol…
La tarde arrancó bajo un sol potente (¡Verano ya te siento!) que nos acompañó durante todo el paseo. Con botellitas de agua en mano, nos adentramos en este enorme espacio lleno de leyendas e historias.
Un recorrido lleno de historias y personajes legendarios
La Reina de la Cumbia
Arrancamos visitando a Gilda, donde recordamos su legado musical y su conmovedora historia. Más de una conoce el estribillo de No me arrepiento de este amor. ✨
Gustavo Cerati
Luego fuimos al panteón de Cerati, aunque nos quedamos con las ganas de verlo porque justo estaban cerrando. ¡El rockero nos dejó en suspenso!
El Paseo de las Celebridades
Durante esta parada, nos sumergimos en las historias de íconos como Alfonsina Storni, Luis Sandrini, Quinquela Martín, Osvaldo Pugliese, entre tantos otros.
Entre las anécdotas, no podía faltar el desventurado romance de Sandrini con Tita Merello, que desató risas y comentarios sobre los dramas de la época.
CARLOS GARDEL
Un privilegio inesperado…
La visita a Gardel fue, como siempre, un momento especial, pero el sábado tuvo una actividad que nos tomó por sorpresa a varias de nosotras.
Los cuidadores de su tumba, conocidos como los “gardelianos”, nos recibieron con música a todo volumen de fondo. Nos dejaron bajar a la cripta y pudimos tomar fotos mientras recordábamos su legado.🎶
Cuando la historia se convirtió en un policial…
Lo más inesperado llegó justo al final: Cuando nos estábamos sacando las últimas fotos grupales, apareció la policía… ¡habían atrapado a dos saqueadores!
Habían vandalizado y robado varias placas de bronce, generando un revuelo en el cementerio. Entre cuidadores indignados y oficiales revisando sus pertenencias, nosotras no pudimos evitar hacer bromas nerviosas del estilo “Esto sí que no estaba en el itinerario”. Al final, todo se resolvió, pero fue una despedida que jamás olvidaremos.
¡Pero las risas no faltaron!
¡Un picnic liberador! (y premios)
Después de tanto caminar, llegó el momento de relajarnos con un picnic grupal. Nos tiramos al pasto con mates, snacks y muchas ganas de charlar. Fue el espacio perfecto para nuestra ya clásica “terapia de amiguis”, donde salieron anécdotas, risas y reflexiones.
🎉 Y como no podía faltar, hicimos un sorteo de pines y stickers exclusivos, que se llevaron quienes respondieron las preguntas más curiosas del recorrido. 🤔
¡Les prometemos que para la próxima vamos a llevar más!
Un recuerdo inolvidable
Gracias a todas las que se sumaron y compartieron su energía increíble. 🥰 Si te lo perdiste, no te preocupes… ¡ya estamos planeando la próxima salida y te prometemos que va a estar igual de épica!
📸 Contanos en los comentarios cuál fue tu momento favorito del paseo o si tenés ganas de sumarte al próximo. ¡Te leemos! 🖤👇
