Lo que es tuyo, te espera

Hola Flâneurs! Cómo los trata este Enero con un clima tan extraño? Por aquí Ainé, ya los extrañaba así que quise volver a escribir un poco! 😊
A mí el comienzo del año me tiene súper reflexiva. Creo que ya se los comenté en alguna entrada anterior del blog, pero me encanta recorrer sola la ciudad. Disfruto cada rinconcito con mi propia compañía, y es la excusa y oportunidad perfecta para meditar y ponerme a filosofar un rato. 💕
Esta vez el lugar elegido para hacerlo fue Tierra Santa, el primer parque temático religioso de Latinoamérica, inspirado en la ciudad de Jerusalén hace 2.000 años. ❤️

El día que Buenos Aires me eligió

La primera vez que vine a Capital tenía 11 años, fue un 2 de Marzo del 2004 (sí, un 2/03/04). Y ese día quedé enamorada de la ciudad, sentí simplemente que era mi lugar en el mundo. No creo que yo la haya elegido, sino que simplemente ella me eligió a mí. La ví, la viví y tomó mi cerebro, mi espíritu y mi energía por completo. Años después, recorriéndola de noche con mis papás, tuve una nueva certeza: no sé cuando ni cómo, pero yo iba a vivir acá algún día.
Pasaron varios años desde ese momento, sin embargo lo recuerdo seguido de una forma muy vívida.

Pudo ese día realmente haber cambiado mi vida? Fui capaz de tomar una decisión tan importante siendo tan chiquita? O simplemente todo lo que ocurrió después fue casualidad? Se puede tener una certeza tan grande sobre nuestro futuro, de una forma tan natural? 🤔

Estas preguntas sin respuesta se me venían a la cabeza mientras miraba los aviones pasar por encima de las grutas de Tierra Santa.
Este lugar, bendecido por el Papa y ubicado en un lugar tan recóndito de la ciudad como Costanera Norte, nos cuenta la historia de Jesús desde su nacimiento hasta su crucificción, con imponentes espectáculos para toda la familia. 👑

¿Casualidad o destino?

A veces me cuesta hacerme la idea de que todos tenemos un destino tan fijo. De que no importa lo que hagamos, cuando nacemos se nos asigna un nombre y un papel a desarrollar y estamos predestinados a diversas cosas, y no hay nada que podamos hacer para escapar de eso.

Cómo sería mi personalidad hoy si nunca hubiera conocido Buenos Aires? O si la hubiera conocido en mi adultez. O mejor aún, quién sería hoy si hubiera nacido acá? 😱 Quizás en vez de armar estas experiencias, tener un blog de viajes y trabajar en hotelería, otra hubiera sido mi suerte. Quizás hubiera tenido un emprendimiento de crochet en Alaska, o ya estaría casada con hijos.

Un infinito mundo de posibilidades se puede abrir ante nosotros en cada momento, sin embargo todas las decisiones que tomamos (o no), nos llevaron hasta este momento de nuestra vida. Ese destino, escrito o diseñado a la perfección, me llevaron con mis 31 años a estar escribiendo esto y a vos a leerlo, desde cualquier parte del país o del mundo, en este preciso instante. Y así como está resultando, es perfecto. ⛅

Quienes se han formado en la religión católica, saben que Jesús supo toda su vida que iba a morir en la cruz por amor al mundo. Dios lo creó para sanar y predicar su palabra pero también para sacrificarlo, en pos de un bien mayor.

No importa lo que hiciera o no, Jesús sabía cual iba a ser su suerte al final del día, todos los días. Y tenía claro que un día con 33 años sería traicionado y entregado por uno de sus discípulos para cumplir con su última misión en la tierra: salvarnos del pecado original, causado por Adán y Eva.

Un viaje en el tiempo

Creamos en el destino de Jesús o no, Tierra Santa nos brinda una atmósfera cálida para que podamos entender cómo era el día a día de los israelitas, con sus trabajos y actividades, y cómo estaba organizada la ciudad en aquel entonces. Es un paseo para reconectar con nuestras raíces, con uno mismo y con nuestro entorno. Es un oasis de fé en medio del caos de la ciudad, para volver al eje e interpretar de otra manera la historia que aprendimos en el colegio, o la que nos contaron de chicos. Es un excelente paseo en familia pero también una oportunidad para viajar a través del tiempo y del espacio, para vivir otra vida dentro de la propia aunque sea por un ratito, y volver a la realidad del año 2025 con más ganas después de unas horas de recorrido. 💫

Dicen que la suerte está echada y que seremos lo que debamos ser, o no seremos nada.

Para algunos el destino es un consuelo, una excusa para relajarse y ni siquiera intentarlo, porque en definitiva, no obtendremos nada por fuera de la herencia planeada para cada uno en el momento de nuestro nacimiento.
Para muchos otros es un castigo, una cárcel de la cual no podremos escapar por mucho que lo intentemos. Un final trágico, una muerte anunciada, un transcurrir distópico contra el que vale la pena luchar para alcanzar nuestros mayores sueños y deseos.

Pero a veces el destino puede ser una bendición. 💘

Durante la pandemia, esa certeza antes mencionada y el deseo de mudarme a Buenos Aires, tambaleó como nunca. Cumplir ese sueño parecía casi imposible, en un contexto donde apenas podíamos salir a la calle para hacer las compras en el supermercado, donde todas eran malas noticias y la idea de viajar y trabajar en el rubro turístico era soñar demasiado. 😪

Escribiendo el presente

Una vez, estaba conversando esto con una conocida, de forma muy desanimada. Tenía miedo y aquello que se me había presentado como una inquebrantable certeza, parecía alejarse cada vez más. Después de escucharme hablar al respecto durante horas, me dijo unas palabras muy sabias que recuerdo frecuentemente:

 – Y qué apuro tenés? Lo que es para vos te va a esperar, nadie te lo va a sacar. Si realmente vivir allá es tu destino, el trabajo y el hogar que te lo facilite va a aparecer. Lo que es tuyo, siempre te espera.. 

Y tenía razón. 🥰

No importa lo que pase, no importa tanto el mañana, si ya está escrito o no. El hoy lo escribimos diariamente y queda en nosotros hacer que las hojas en blanco de nuestro presente se llenen de los mejores recuerdos posibles. El mañana es un misterio, pero ante todo un regalo de la vida que merece ser escrito con amor y alegría en cada trazo. 🍀

📍¿Dónde queda Tierra Santa?

Tierra Santa se encuentra en Av. Costanera Rafael Obligado 5790, Ciudad de Buenos Aires, en la zona de Costanera Norte, a pocos minutos del Aeroparque Jorge Newbery.
Es de fácil acceso en auto o transporte público, y ofrece una experiencia única para quienes buscan conectar con la historia y la espiritualidad en un entorno diferente. Antes de visitarlo, te recomendamos chequear los horarios y días de apertura, ya que pueden variar a lo largo del año.

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