Parque Costanera Norte
Y un andar de no ser de acá
Hola, queridos flâneurs! Por acá Ainé, hoy les traigo una entrada súper personal.
Un 14 de Junio de 2021 cumplía el sueño de mi vida y decidía mudarme a esta hermosa ciudad. Atrás quedaban las diagonales de la ciudad de La Plata, mi familia, mis amigos y mi entorno. Suponía que dejar atrás esos recuerdos y vivencias luego de 27 años viviendo ahí, no iba a ser fácil. Y no me equivoqué.

Los primeros dos años fueron bastante fáciles de llevar. Estaba feliz de cumplir mi sueño y me sentía una turista, pero con el plus de conocer toda la ciudad y con tiempo para vivir grandes aventuras, todas las que siempre había querido.
Casi no extrañé, mis amigos me visitaban con frecuencia y hablábamos todo el día, mis papás venían todas las semanas, todo era perfecto.
No había espacio para el aburrimiento, todo transcurría muy rápido y dedicaba gran parte de mis días a recorrer Capital y hacer todas las actividades que siempre había querido hacer.
Pero no todo fue tan facil…
Con el tiempo, el sentimiento principal de enamoramiento se fue yendo, y pasé a la etapa de verdadero amor a la ciudad. Empecé a conocer sus errores, sus detalles imperfectos, sus ruidos extremos, sus calles sucias, el malhumor de la gente que la transita, todo lo que ves de cerca cuando amás sin el brillo del primer tiempo.
Ese proceso de desencantamiento no fue fácil al principio, quería volver a estar maravillada como en las primeras semanas, volver a ver las luces y los edificios y sentirme en un sueño. Pero siempre tarde o temprano, la realidad y el caos se imponen.
Todos necesitamos un recreito a veces, apagar las voces internas y el ruido que viene de afuera, hablar con nosotros mismos y recordar quiénes somos, dónde estamos y que nos trajo hasta el presente.
En esos momentos, yo particularmente elijo los lugares más naturales de la ciudad, el paisaje más rústico, agreste y perfecto que Buenos Aires tiene para ofrecernos. Si sos de los míos, hoy te quiero recomendar un rinconcito muy lindo de nuestra amada ciudad: el nuevo Parque de la Costanera Norte, justo al lado del Parque del Vega.

Volver a las raíces
El nuevo paseo fue inaugurado entre el año pasado y este, y el objetivo es lograr la puesta en valor de este sector de la Costanera.
Es ideal para compartir con amigos o pareja una linda tarde de veranito algún sábado o domingo; o bien para tener una cita con vos mismo, llevarte el equipo de mate, un buen libro y disfrutar del río, como quien dice volver a las raíces.
Cuenta con arena natural como podemos encontrar en cualquier playa de nuestra costa argentina, tiene un muelle increíble para pasear y varios senderos aesthetic para sacar las mejores fotos, además de juegos para niños y un mirador desde donde se ve todo el parque y su amplia extensión.
Además de eso, inauguraron un restaurant con vista al río, para disfrutar de la soledad de un almuerzo/cena con vos mismo o de las mejores compañias. Y si por esas casualidades de la vida llegás a extrañar el caos porteño y tenés ganas de volver a sentir la metrópoli, podés cruzarte a las rejas de Aeroparque para contemplar la inmensidad de los aviones 🙂
Ya sabés.. Te invito a sumergirte en este hermoso rincón porteño la próxima vez que necesites despejarte del bardo y encontrar respuestas dentro tuyo, la verdad siempre está en lo simple. ❤️
